En algunos casos aparecen humedades de condensación en viviendas
nuevas que se utilizan ocasionalmente los fines
de semana. Las humedades de condensación suelen mostrarse en forma de manchas en pilares o zonas donde exista puente térmico
y en forma de vaho en los cristales de las ventanas de los dormitorios utilizados.
Al no vivir habitualmente no se utiliza la calefacción hasta que se pone unas horas
antes de dormir. Esto hace que suba la
temperatura del aire y al cambiar el punto de saturación, el ambiente más
caliente se carga de agua. Al apagar la calefacción por la noche y disminuir la temperatura, vuelve a cambiar ese punto de saturación y todo el agua que
contenía el ambiente se condensa en las zonas más frías, en muchos casos
cristales de ventanas y pilares y vigas de fachadas donde no existe puente
térmico. Además el ambiente se ha cargado con más agua que han generado las
personas al dormir.
Por las mañanas se puede ventilar un buen rato pero además
de congelarnos es probable que no sea suficiente. Recurrir a deshumidificadores para eliminar las humedades tampoco acaba de solucionar el problema. Lo más eficaz para tener un hogar seco es un sistema de
renovación de aire por impulsión mecánica.
