Hace unas pocas semanas la revista de medicina Annals of Allergy, Asthma & Immunology ha publicado un estudio en el que se explica que los bebés expuestos al moho en su hogar tienen mayor riesgo (el doble) de desarrollar asma que aquellos que viven en hogares sin moho. Su autora principal es Tiina Reponen, profesora de Salud Ambiental de la Universidad de Cincinnati.
Sin llegar a ser tan alarmistas como cuando comentamos en este blog la noticia de la desgraciada muerte de Brittany Murphy por causa del moho merece la pena pararnos a comentar este estudio avalado en este caso por una institución de referencia en Sanidad.
En el artículo se expone que la presencia de moho en las viviendas se relaciona con el desarrollo de inflamaciones crónicas de las vías respiratorias, con dificultades para respirar y con tos asociada. A través de muestreos y pruebas de alergia los autores llegaron a la conclusión de que si los bebés quedaban expuestos al moho, el riesgo de padecer asma cuando tuviesen 7 años aumentaba significativamente.
Tiene más información sobre el artículo en este enlace: Annallergy.
El moho está relacionado con las humedades de condensación.
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