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Detección de humedades

Las humedades en zonas bajas de paredes se asocian normalmente a las denominadas humedades por capilaridad pero puede haber confusión con las humedades por filtración o con otro tipo de humedades ascendentes, la que se produce en tabiques de cartón-yeso (como el pladur) y trasdosados de otros materiales debido a la condensación de agua en la cámara que se absorbe a través del tabique interior. El método más tradicional de detección de humedades se realiza tomando muestras: se realizan taladros separados 5 cm. a cotas de 33 cm. en 33 cm. Si el contenido de agua de las catas disminuye con la altura hasta prácticamente desaparecer entonces no hay duda que las humedades son de capilaridad y no humedades de filtración pero hay que tener cuidado con no confundirse con las provocadas por la condensación en la cámara.
Pero ¿cómo medimos el grado de humedad en la catas?
Se puede medir a través del denominado sistema termogravimétrico. Con las muestras del muro se lleva a cabo un sistema de secado controlado; así se determina con precisión la pérdida de peso y en consecuencia el grado de humedad en peso porcentual.
Es el método más preciso que se conoce para determinación de la humedad. Podemos englobar la bomba de carburo o el denominado método DARR.

El gran problema de este sistema de detección de humedades es que se trata de un sistema traumático por culpa de las catas.
Otro método que se utiliza a menudo es el de criptoeflorescencias: con las humedades ascendentes las sales higroscópicas afloran en superficies y degradan la obra y el revoco así como la pintura. Con el análisis de criptoeflorescencias se determina el contenido de sales y su naturaleza (cloruros, nitratos, sulfatos).
Normalmente una detección no tan exhaustiva se hace visualmente: Se observan las humedades por la degradación del revestimiento y/o la pintura o por el cambio de color en los casos de construcciones con piedra sin revestir como en las iglesias o edificios históricos. Muchas veces acompañado por una pelusilla blanca. En el caso de la piedra se puede comprobar que al frotarla o rascarla caen las sales cristalizadas.
Por último, un sistema de medición de humedades sin necesidad de tomar catas es el que emplea higrómetros por radiofrecuencia (higrómetro de materiales SURVEYMASTER), útiles tanto para búsqueda como para medida de humedades en algunos materiales como por ejemplo la madera.
El más preciso y uno de los más conocidos es el método GANN.


Humedades en viviendas: la importancia del diagnóstico.

Las humedades aparecen en las casas, independientemente del mantenimiento y cuidado que se haya tenido. Las humedades suelen aparecer en los lugares más molestos e inoportunos: paredes del salón, techos de baños y dormitorios, dentro o detrás de los armarios, etc. 

Los síntomas son caída de la pintura de paredes o muros (capilaridad) o aparición de manchas de hongos o moho (condensaciones) El control de las humedades en las viviendas es un trabajo complicado y su aparición es paulatina. 

Pero las humedades no sólo causan un mal efecto visual o estructural, sus consecuencias son más graves porque se producen hongos y moho que pueden ser perjudiciales para la salud, sobre todo para las personas que padecen alergias y población más sensible como bebés o ancianos. Por esta razón es muy importante un buen tratamiento tan pronto aparezcan los primeros síntomas de humedades.

Las humedades deterioran las vigas, destruyen los tabiques de pladur, deforman la madera, provocando la aparición de termitas, oxidan elementos metálicos, etc. 


Las causas de aparición de humedades son varias. Las humedades de capilaridad se producen porque el agua pasa por capilaridad a los materiales porosos de la construcción (hormigones, morteros, maderas, materiales cerámicos, etc). En el caso de las humedades de condensación suelen aparecer en ambientes cerrados en donde hay gran condensación de agua como el lavabo o los dormitorios que se utilizan, debido a la generación de vapor mientras dormimos, y derivan en la aparición de hongos que se manifiestan en techos, paredes, cortinas, muebles de madera y en los interiores de armarios, con un fuerte olor y atacando sobre todo a las prendas de cuero.

Lo principal es averiguar de dónde proceden exactamente las humedades para detectar la causa y proceder a su reparación. Hacer pruebas para arreglarlo sin conocer su causa supone un gasto de dinero y de tiempo, ya que saldrán las mismas humedades